Las prohibición del aborto no solo afecta a las personas que desean abortar, sino también a las mujeres con embarazos deseados que necesitan atención urgente. Estas son solo algunas de las historias de mujeres con embarazados planificados cuyas vidas estuvieron en peligro debido a la anterior prohibición del aborto de 15 semanas.

Anabely Lopes estaba embarazada de 15 semanas, algo que deseaba profundamente, cuando las pruebas médicas mostraron que su feto tenía una enfermedad genética, el síndrome Trisomía 18. Su médico le explicó que la mayoría de los bebés diagnosticados con esta enfermedad mueren antes de nacer o a los 5 o 15 días de nacer debido a graves defectos. Anabely dijo que, como católica, se sintió desgarrada por la decisión. Ella y su esposo deseaban ese embarazo más que nada, pero sentían que era su deber proteger a su hija de un sufrimiento innecesario si llegaba a término. Debido a su edad y a sus antecedentes de trombosis, su embarazo ya se consideraba de alto riesgo. Luego recibió la devastadora noticia del fatal diagnóstico de su embarazo. La ley de Florida permite excepciones en caso de anomalías fetales mortales, pero sólo si lo autorizan dos médicos. Anabely relató que sus médicos tenían demasiado miedo para escribir las cartas. Se vio obligada a viajar desde el sur de Florida hasta Washington para recibir atención abortiva.

Deborah Dorbert y su esposo quedaron desolados cuando supieron que su embarazo no era viable debido a un diagnóstico de síndrome de Potter. Deborah pidió interrumpir el embarazo, pero sus médicos y sus abogados se negaron, temerosos de incumplir la prohibición estatal del aborto a las 15 semanas. Sin ninguna otra opción viable, ella y su familia pasaron más de tres meses esperando el nacimiento y la muerte de su hijo.